DE LENGUAS NACIDAS: PERROS NACIERON…


Por PlumaParlante

Al igual que los perros, las lenguas tienen un origen indeterminado. Aunque hay fechas viables de un posible origen, los historiadores, científicos y en general el hombre no conoce con exactitud cómo es que aparecieron tanto unos como las otras.

Al igual que las lenguas, los perros simplemente aparecieron en la vida del ser humano. Hay mitos sobre la posible creación del segundo, pero ¿los hay de los primeros? No imagino la historia de la humanidad sin su perruno amigo. Así como tampoco concibo la vida de la humanidad sin su principal característica, es decir, su raciocinio reflejado en el lenguaje, a su vez clasificado en infinidad de lenguas.

El perro es un archilexema al igual que la palabra lengua. Ambos engloban familias y familias en cualquier parte del mundo y en todas las épocas que se conocen.

En lo que respecta al perro hay teorías que sostienen que proviene del lobo. Otras del chacal. Otras más del zorro. Todas toman como base el comportamiento del animal, el área geográfica de donde posiblemente surgieron, su forma, su carácter… Las teorías del origen de las lenguas por lo general afirman que provienen de una protolengua. Pero, si recordamos los casos del euskera y del chihuhua, ¿no creen que queden fuera de los “prototipos”?

Tanto las lenguas como los perros, forman sus respectivas familias. Dichas familias, llámense razas, estirpes, linajes, castas, cunas o ramas, están emparentadas históricamente, y al parecer, por lógica histórica empírica y científica, derivan de una más antigua, que debido a la diversificación ya sea de cruza o dialectal, han dado lugar a una diversidad de estudio bastante compleja.

Así pues, considero que aunque hay perros aislados, así como lenguas, sí es posible creer en la existencia de un protoperro o perro ancestral; o bien una protolengua o lengua ancestral. Porque, si existen teorías de protolenguas ¿por qué no existir de protoperros, si en ambos sus orígenes se difuminan en los anales de la historia y ambos aparentan surgir en la vida del hombre de manera natural?

La cinología es la ciencia que estudia al perro, su morfología, sus aspectos psíquicos y funcionales; su genética, incluso se puede hablar de una canis familiaris. Gracias a las ciencias se desprenden términos un tanto graciosos, que salvo en los círculos especializados, a la gente común y corriente no nos sirven para nada. Pero bueno, no está demás utilizar algunos en este momento (quizás para dar algo de mérito a la capacidad del ser humano que tiene para nombrar las cosas: una actividad tan primaria a veces más corriente que común. Perdón ¿quise decir lo contrario?): perro citológico, cinología española, canofilia, Féderation Cynologique Internationale (Federación Cinológica Internacional), etc.

La lingüística es la ciencia que se encarga del estudio del lenguaje, de las lenguas: su morfología su sintaxis, su semántica, su estudio diacrónico, sincrónico y para no aventarme otro chorro y otro etcétera, continúo con un bla bla bla. Considero innecesaria mi participación, en este momento, para hacer un copypage de lo que dicha ciencia estudia.

Así como se habla de las lenguas del México Antiguo, también lo podemos hacer del perro en el Antiguo Egipto o en Grecia. Los perros son tan universales como las lenguas; y a la vez tan exclusivos y exclusivas. Lo cierto es que sin lengua no existiría perro, pero ¿sin dicho animal existiría el hombre? O bien ¿sin el hombre existiría dicho animal? Esto me hace comprender tres cosas: la primera es que tanto los perros como las lenguas tienen orígenes, teorías, clasificaciones, razas y familias similares; la segunda es que las lenguas y los perros no son completamente independientes; en tercer lugar, en cuestión de historia no se sabe qué fue primero si el perro o la lengua, pero en el sentido “terminológico”, la lengua es la madre de perro; así pues, de lenguas nacidas perros nacieron…

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